Bajo la sombra de las sanciones impuestas a Pdvsa y otras empresas dedicadas a la producción y procesamiento de petróleo en todo el mundo por parte de Estados Unidos, algunos involucrados en y temas financieros se plantearon interrogantes sobre la posibilidad de que los bonos vendidos por la estatal en emisiones recientes se convirtieran en un arma con “efecto boomerang”.
En DINERO conversamos con el economista y director de Ecoanalítica Asdrúbal Oliveros al respecto, y el expertoexplicó que las medidas no deben ser motivo de alarma para quienes decidieron, en su momento, invertir en los papeles activos de la empresa.“Las sanciones a Pdvsa, contrario a lo que se dijo al conocer la noticia, no afectan las exportaciones de crudo desde Venezuela a Estados Unidos que están establecidas en contratos ya firmados. Se trata de medidas que limitan las posibilidades de negociar nuevos acuerdos”, explica Oliveros.
El especialista señala que los análisis hechos hasta ahora dan cuenta de tres factores de riesgo al respecto:las propias sanciones, cuyo efecto sobre una variación en el valor de los bonos queda prácticamente descartado; la respuesta del Gobierno venezolano, que con una reacción altisonante trató de neutralizar o revertir la situación para obtener beneficio político, y los precios del crudo en el mercado internacional que, de mantenerse en los valores actuales, constituyen la mejor garantía para los inversionistas.
Las condiciones, añade Oliveros, son aún más favorables si se tiene en cuenta que no está prevista una nueva emisión de bonos en el corto plazo. “Al menos hasta 2012 no se prevé un default (impago) de la deuda de la estatal. Eso brinda estabilidad al mercado”.
Para terminar, concluye que el mercado global actúa como un amortiguador benevolente para el país, pues los precios del crudo superiores a los $ 85 por barril constituyen una garantía si se considera que el hidrocarburo es la fuente de casi 95% de los ingresos que percibe Venezuela.
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